A manera de justificación podemos afirmar que, en el contexto de la Gestión Moderna del Territorio, se reconoce que, sin información estratégica, sin el conocimiento de la realidad, no se pueden trazar políticas ni planificar con alguna garantía de eficacia. Una información además que debe ser fiable, significativa, suficiente y actualizada y, consecuentemente permanente.
La información entonces concebida como conocimiento sobre el funcionamiento de la dinámica del territorio, es el sustento o materia prima para la implantación de un sistema de planificación estratégica; un sistema inteligente de análisis de variables inherentes a contextos ambientales, económicos, sociales y culturales, basados en dispositivos permanentes de observación del territorio y del efecto de las políticas.
El objetivo es desarrollar un modelo de gestión integrada del conocimiento que contribuya a la toma de decisiones en materia de políticas programas y acciones de desarrollo ambiental – económico – social – cultural, entre otros, por parte de los actores locales relevantes y pueda así alcanzar un importante ascendiente social.
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